martes, 2 de febrero de 2010

MONÓLOGO

Algún día este monólogo sera representado por las calles, ya que para eso fue que le di vida como una obra de teatro callejero



Señoras y señores, vengan. Acérquense. Escuchen y presten atención…
Altos y bajos, tristes y alegres, sinceros e hipócritas. Todos, todos están invitados, hoy ustedes serán los responsables de juzgarme…
Solo les pido intenten ser neutrales.
Escuchen mi versión de los hechos, la de él, la de él la escuchan, la viven diariamente…

Este sistema maldito, si maldito sistema ¿porqué no decirlo? ¿Porqué no gritarlo?. Este sistema me acusa de reír y cantar y bailar por las calles. Me acusa de estar aprendiendo a volar, cuando el quiere que solo caminemos. Me acusa de soñar sueños que persigo convencida/o de que pueden alcanzarse. Pero claro como no habría de acusarme el señor, si él es el que crea nuestros sueños consumistas y yo elijo vivir mis sueños sin necesidad de comprarlos, además… además son tan únicos, ellos no son producidos en serie. Son tan míos…

Este sistema quiere acusarme de buscar mi libertad, libertad de verdad, no la que me venden por televisión. Me acusa de buscar la felicidad, esa que hincha el pecho, sana las heridas… esa que no se consigue teniendo el mejor auto, el reloj más caro o el último celular.

Quiere acusarme de querer mantener viva la memoria la propia y la que me contaron, cuando el quiere que olvidemos sus dictaduras y homicidios, que olvidemos los crímenes que se han consumado en su nombre por y para él, (yo me pregunto como olvidar a esos muertos. Los que están bajo tierra y los que caminan entre nosotros aparentando ser vivos)

Señor sistema, me condena por que ya no uso caretas en su baile de disfraces de la vida diaria, porque rompí el molde en la fabrica de producción en serie de hombres.

Él quiere que ustedes señores del jurado me condenen, por amar sin usar escudos, sin protegerme de las balas de los que buscan amarme y no dudar en tirar mis flechas a aquellos que quiero amar. Y… debo confesarlo busco herirlos haciendo que su corazón sangre de alegría, esperando hacer una herida tan profunda que las cicatrices no se borren nunca…

Antes de terminar solo recordarles que él que me acusa y quiere que me condenen es el mismo que les exige ser lindos, flacos y altos, mudos y ciegos. Es él que les da coima exigiéndoles que coman en Mc Donald y se hagan cirugías plásticas.

No tengo mucho más para agregar solo decirles que piensen muy bien su veredicto. De ustedes depende, que si hay otros locos como yo, porque me declaro una loca. Camuflados de cuerdos entre ustedes puedan dejar de esconderse y mostrarse o que sigan siendo exiliados de la locura divina de la libertad y el amor.

Antes de retirarme algo que debo advertirles… (aunque no quisiera decirlo, también se me acusa de decir la verdad). Si deciden declararme culpable de cada uno de mis cargos y darme la libertad, sepan que esta locura es altamente contagiosa y aún por suerte no se ha encontrado la cura. Talvez elijan declararme inocente y encerrarme para siempre en su cordura. En ustedes señores del jurado esta la decisión…

Ha y saben que prefiero que no me comenten su veredicto, elijo que lo vivan…


GRACIAS

1 comentario:

  1. Él quiere que ustedes señores del jurado me condenen, por amar sin usar escudos, sin protegerme de las balas de los que buscan amarme y no dudar en tirar mis flechas a aquellos que quiero amar.
    ADOREI!!!!!!!!

    Também me declaro uma louca!!!
    Parabéns, adoro teus escritos!!!!
    Bjs
    Iara

    ResponderEliminar